La finalidad es determinar si la dignataria mochica y su séquito de cinco personas, con el que fue enterrada, tienen un nivel de parentesco.
Un equipo de expertos de la Universidad de Harvard llegará a Trujillo en los próximos días para tomar muestras de ADN del cuerpo momificado de la Señora de Cao, así como de su séquito de cinco personas hallado en su tumba, para determinar si existe un nivel de parentesco, y de qué tipo.
Así lo anunció el director del Museo de Cao, Régulo Franco, quien indicó que los resultados de los estudios – que serán dirigidos por el arqueólogo estadounidense Jeffrey Quilter, director del Museo Peabody de Arqueología y Etnología de la Universidad de Harvard – estarán listos a fin de año o a inicios del 2017.
Franco recordó que el descubrimiento de la Señora de Cao, en el 2005, repercutió en la concepción que se tenía de la sociedad mochica. Sus restos son exhibidos en el Museo de Sitio de Cao, inaugurado en el 2009, que recibe anualmente más de 40 mil visitantes, entre nacionales y extranjeros. El objetivo es alcanzar las 60 mil visitas al año.
¿Quién fue la Señora de Cao?
Después de su descubrimiento en el departamento de La Libertad y de las investigaciones científicas de rigor, los avances fueron dados a conocer el 15 de mayo de 2006, por un equipo de arqueólogos peruanos dirigidos por Régulo Franco Jordán del Ministerio de Cultura del Perú con la cooperación financiera de la Fundación Augusto N. Wiese.
Esta mujer, que vivió hacia el año 400 d.C., unos 150 años después que el Señor de Sipán, fue enterrada con diversos símbolos de poder, entre ellos una corona de oro decorada con una cara salvaje sobrenatural y dos grandes mazas o bastones ceremoniales, así como varias armas. Además, algunos de los individuos enterrados junto a ella, como la joven que se encontraba a su lado, fueron sacrificados para acompañar a su señora al más allá.
Todo esto hace del descubrimiento de la Señora de Cao algo único en la arqueología peruana, ya que es la primera gobernante femenina de la que se tiene constancia. Su hallazgo echa por tierra muchas de las teorías que se habían formulado hasta entonces, según las cuales la mochica era una sociedad guerrera y teocrática, y gobernada por hombres. Walter Alva, el descubridor de Sipán, manifestó su sorpresa al ver que «muchos de los atuendos y símbolos de poder se encuentran en el ajuar de una mujer, ya que hemos considerado a los mochicas una sociedad patriarcal gobernada por varones». Según afirmó Régulo Franco, la Señora posiblemente «fue una mujer líder en su época» y desempeñó un papel político y religioso importante en su sociedad; entre otras cosas habría dirigido los sacrificios humanos que demandaban los rituales mochicas.
Como en el caso del Señor de Sipán, la revista National Geographic se hizo eco del descubrimiento y en julio de 2006 publicó un artículo titulado «El misterio de la momia tatuada». Y en 2009 se inauguró el moderno Museo de Cao, junto a la huaca Cao Viejo, que entre otros hallazgos realizados en el yacimiento alberga el ajuar funerario y los restos de la Señora de Cao. En el museo se ha dispuesto una sala especial para que los visitantes puedan maravillarse con la visita a la Señora y su rico ajuar, magníficos testimonios de la cultura mochica, una de las más complejas y sofisticadas de América.