Gliptodontes. El equipo de expertos procedentes de la Dirección General de Patrimonio Cultural de Santiago del Estero se encuentra realizando las tareas de rigor a fin de extraer los restos fósiles del Gliptodonte encontrado en un establecimiento productivo en la localidad de Weisburd, departamento Moreno.
En este marco, los investigadores descubrieron que no se trata de un animal prehistórico, sino tres.
Los restos fueron encontrados muy cerca del primer hallazgo y no descartan que podrían ser parte de una misma familia y formaron parte de una manada.
Estas piezas, podrían arrojar mucha luz, con datos que hasta ahora se ignoraban sobre la denominada Megafauna Sudamericana, que se extinguió «a fines del Pleistoceno y comienzos del Oloceno», según explicara oportunamente el Dr. Diego Catriel León, del Instituto de Folclore, Lingüística y Arqueología (que dirige Luis Garay, de la Unse).
El propietario del centro productivo, Alejandro Quarín, dijo que “el nuevo descubrimiento causó gran alegría al equipo de rescate que se trata de un ejemplar de mayores dimensiones que el encontrado al primero y otro más pequeño”.
Asimismo indicó que ambos estarían con sus componentes óseos completos.
Cabe mencionar que las actividades de los rescatistas continuarán de manera minuciosa por varias semanas.
Plan de rescate de los Gliptodontes
Desde la Dirección de Patrimonio Cultural brindaron detalles del plan trazado para proceder a una extracción lo más segura posible para los restos del gliptodonte (de un género a determinar), que fueran hallados en un campo cercano a la localidad de Weisburd, en el departamento Moreno, días atrás.
Al respecto, el titular del área, Alejandro Yocca, precisó que ya se están haciendo dos pozos accesorios (ver gráfico) para facilitar un mejor rescate de los restos óseos del animal prehistórico, por ello probablemente el martes estaría viajando nuevamente un equipo de expertos, para comenzar con el trabajo más delicado.
El Glyptodon
Glyptodon (griego para «diente con surco o esculpido») es un género extinto de un gran mamífero acorazado perteneciente a la subfamilia Glyptodontinae, emparentado con los armadillos que vivió durante la época del Pleistoceno. Era aproximadamente del mismo tamaño y peso que un Volkswagen Escarabajo, aunque de forma más aplanada. Con su caparazón óseo redondeado y extremidades agazapadas, recuerda superficialmente a las tortugas, y a los dinosaurios anquilosaurios, como ejemplo de la evolución convergente de linajes distantes hacia formas similares.