
Egipto y Jatti, el país de los Hititas, se dividen el mundo entonces conocido en dos grandes áreas. Ambos imperio sellan un tratado de paz -que se reproduce parcialmente – según la cual la política de las ponencias se impone sobre cualquier consideración.
El tratado de Ramsés, amado de Amón, el gran rey del país de Egipto, el héroe, como Jatusil, el gran rey, el rey del país de Jatti, su hermano, con quien desea llevar a cabo una hermosa paz y una hermosa fraternidad para toda la eternidad, reza:
(…) Considerando la posición del gran rey, del rey del país Egipto y del gran rey, el rey del país de Jatti, desde la eternidad, los dioses no permitirán que surja enemistad entre ellos, en base al tratado por la eternidad. Ved, Ramsés, amado de Amón, el gran rey, el país de Egipto, debe crear una relación, que creo Shamash y Teshup, para el país Egipto con el país de Jatti a través de la relación que es por toda la eternidad. No debe haber enemistad entre ellos, por siempre jamás.
Ramsés, amado de Amón, el gran rey, el rey del país de Egipto, escribió el tratado sobre una placa de plata junto con Jatusil, el gran rey, el rey del país de Jatti, su hermano, para convertir a partir de este día una bella paz y bella fraternidad entre nosotros por toda la eternidad. Y él está hermanado conmigo y yo estoy hermanado con el yo estoy en paz con él para siempre. Ved, Ramsés, el amado de Amón, el rey, el rey del país de Egipto está en bella paz y bella fraternidad con Jatusil, el gran rey, el rey del país de Jatti. Ved, los hijos de Ramsés, el gran rey del país de Egipto, están en paz y hermanados con los hijos de Jatusil, el gran rey, el rey del país de Jatti, por siempre.
Y Ramsés, amado de Amón, el gran rey, el rey del país de Egipto, no debe invadir el país de Jatti por robar algo de allí, en toda la eternidad. Y Jatusil, el gran rey, el rey del país de Jatti, no deberá llevar a cabo una invasión el país de Egipto para robar algo, en toda la eternidad.
Renovación formal

Vez, el mandamiento de la eternidad, gritaron salvas y de su para el país de Egipto con el país de Jatti, de mantener la paz y la fraternidad para que no haya enemistad entre ellos. Y, Ramsés, el gran rey, el rey del país Egipto, fomento desde sería el bienestar. Vez, el país de Egipto y el país de Jatti están en paz hermanados por toda la eternidad.
Cuando el individuo marche hacia el país de Jatti y Jatusil, el gran rey del país de Jatti, me mande pedir: «vienen de ayuda contra el», Ramsés, el gran rey, el gran rey del país de Egipto, deben enviar sus guerreros y sus carros y ellos deberán batir a su enemigo y él deberá tomar venganza por el país de Jatti.
Cuando Jatusil, el gran rey, el rey del país de Jatti, el cual elige a sus propios siervos y éstos pequen contra el título envió su mensaje Ramsés, el gran rey, el rey del país Egipto, Ramsés debería enviar sus guerreros y carros y aniquilarán a todos los que estén contra ellos. Y cuando un enemigo marcha contra Egipto y Ramsés envío por ayuda Jatusil, Jatusil, el rey del país de Jatti, a la demanda de sus guerreros y sus carros y derribar a mi enemigo.
Y cuando Ramsés, el rey del país Egipto, se encoleriza contra sus propios siervos y éstos cometan pecados contra él, y entonces le envió un mensaje al respecto a Jatusil, hermano, Jatusil, el rey del país de Jatti, deberá mandar sus guerreros y sus carros y aniquilarán a todos ellos (…).
Al hijo de Jatusil le corresponderán reinado del país de Jatti en lugar de Jatusil, su padre, después de muchos años. Si los grandes del país deja que cometen pecado contra él, Ramsés, el rey del país Egipto, deberá mandar guerreros y carros para vengarse de ellos (…).
Estas palabras del tratado que gran señor de Jatti celebró con Ramsés, amado de Amón, el soberano Egipto, habrán describes en esta placa de plata. 1000 dioses masculinos y femeninos del país de Jatti, junto con 1000 dioses masculinos y femeninos del país Egipto son para mí testigos de estas palabras. (…).
Las deidades masculinas y femeninas; las montañas y los ríos del país Egipto; el cielo, la tierra, el océano, los vien por tos, las nubes.