
Desde la III Dinastía (2683-2613 a.C), los médicos egipcios aplicaron a los huesos fracturados tablillas de madera vendadas con lino para que éstos soldaran con más facilidad. Más tarde el papiro Hearst (escrito entre las Dinastías XVII y XVIII) describió otra técnica para tratamiento de las fracturas: tras ajustar el hueso roto, se aplicaba un vendaje rígido preparado con ingredientes como la harina y la miel que una vez seco funcionaba como las actuales escayolas.