El oro de «La necrópolis de El Caño». Bajo el sol radiante en las llanuras de la provincia de Coclé, la arqueóloga Julia Mayo y su equipo de investigadores reabrirán hoy las excavaciones del Parque Arqueológico El Caño.
Toca limpiar y habilitar el sitio nuevamente para continuar con los estudios que se iniciaron en 2005, y que cuatro años más tarde dieron como resultado el hallazgo de piezas importantes de orfebrería y cerámica, denominadas por muchos como “El Dorado de Panamá”.
Ubicado aproximadamente a 180 kilómetros de la ciudad de Panamá, El Caño cuenta con un complejo funerario de seis tumbas, que fueron excavadas por un grupo de investigadores liderados por Mayo.
Fueron cerca de 150 piezas las que se encontraron, entre ellas prendas de oro, adornos y utensilios de todo tipo, cuyo valor histórico mereció la portada de la revista National Geographic en enero de 2012.
Más allá de la investigación científica, esta nueva apertura marca consigo el inicio de nuevos objetivos que Mayo a través de la Fundación El Caño –entidad creada en 2009 para preservar el patrimonio histórico de estas piezas– se ha propuesto para promover el valor académico y social del yacimiento.
Uno de los más relevantes es que a partir de marzo próximo, las excavaciones estarán abiertas al público, en especial a grupos escolares interesados en ampliar su currículo de historia precolombina de Panamá.
Esta iniciativa forma parte de los programas de trabajo que la Fundación El Caño busca fomentar para destacar al sitio arqueológico como “fuente de información y de conocimiento de la cultura de Coclé”, explica Mayo.
El oro de «La necrópolis de El Caño»